En España se utiliza un sistema electoral nada proporcional, que tiende a favorecer a los partidos más votados (propiciando el bipartidismo) y da un valor diferente a los votos según la provincia de procedencia. Si sumamos sólo tres ingredientes (hay muchos más) veremos que nuestro sistema es muy poco justo y muy poco proporcional: circunscripciones provinciales, Listas cerradas y Ley d´Hont
Pero, estos años de atrás, el ranking de la corrupción no ha dejado fuera a ningún partido… y ya se sabe… en más sitios administrando… en más sitios robando, ¿Continuará en los próximos años esta máxima siendo cierta?